No hace mucho se publicó la noticia de que las acciones de los casinos de Macao bajaron, y muy rápidamente. Esto se debe al hecho de que 11 figuras prominentes de la industria del juego fueron detenidas bajo sospecha de blanqueo de dinero. Y entre los detenidos también estaba el fundador de Suncity. Hasta ahora, la información ha sido verificada por numerosas publicaciones, por lo que no hay razón para dudar de su autenticidad.
La caída ha afectado a muchas empresas y las cifras son diferentes en todas partes y van desde unos pocos puntos hasta decenas.
Todo esto se debe a que los inversores están preocupados por sus propios negocios, las pérdidas les están pasando factura y nadie quiere permitir que eso ocurra. Pero también vale la pena considerar los efectos a largo plazo del endurecimiento de las autoridades de Macao en el sector del juego en su conjunto.
En una ciudad del Reino Medio se ha emitido una orden de detención contra el cofundador de Suncity, Alvin Chau, acusado de realizar actividades de juego en el resto del país. Hay que tener en cuenta que allí se prohíben los juegos de azar. Según el fiscal, Chau creó toda una red que atrajo a personas para que participaran en los juegos. Al mismo tiempo, se crearon empresas enteras que se encargaban de los activos disponibles y de la transferencia de fondos.
Las autoridades dicen que todos los participantes en el juego en Macao deben cumplir siempre la ley. Además, el comunicado dice que las autoridades no reaccionarán con dureza ante cualquier acto que viole las leyes locales.
En cuanto a la policía, el comunicado dice que es necesaria una supervisión mucho más fuerte de la industria del juego para poder desarrollar otras áreas, como el turismo u otros entretenimientos, de forma legal y ordenada.
Y en el transcurso del proceso, algunos acusados y particulares admitieron su culpabilidad, incluida la creación de nuevas plataformas en otros países y las apuestas virtuales ilegales.
Cabe recordar que uno de los empleados del BK auditado fue multado con la suma de 800 mil rublos y condenado a 3 años de prisión.